Por Cheko Cardozo

Inminente Aniquilación fue un disco muy esperado por meses. Personalmente la intriga era tremenda; y más cuando sacaron un adelanto (justamente el tema Inminente aniquilación) por el MySpace de la banda. Tanta fue la espera que cuando salió fue una explosión en los foros metaleros, hasta personas que no simpatizan con el Thrash se sentaron a escucharlo y daban su opinión. Acá va la mía:

El disco empieza con un clima de guitarras acústicas que abren paso a lo que pronto será una explosión de la mano de violas distorsionadas al palo y con mucha sed de machaques. Los riffs parecieran que van marcando los pasos de una marcha de thrashers, desenlazando en una versión más que increíble de Vino y Velocidad. Los machaques de las violas parecieran gruñirse entre sí, al ritmo del tupa tupa de Marcos Gianfrancesco. A lo largo del disco nos vamos a encontrar con esto: riffs y machaques justos, bien al palo, sin descanso (haciendo parecer un solo tema todo el disco) y cambios que uno automáticamente va marcando con el pie o moviendo la cabeza. En mi opinión (comparado con los demos que nos brindó la banda años anteriores), la voz de Gabo se escucha mucho más agresiva y le da ese toque justo a la banda, brindándole un estilo propio (varias veces leí que los TUNGSTENO son los EXODUS argentinos, opinión que comparto). El tema que le da el título al álbum es uno de mis favoritos. Acompañado de coros que rugen y gritan el nombre del mismo. Inminente Aniquilación habla de la destrucción que se vive día a día sobre la humanidad. Llega el turno del ya clásico de la banda: Te-thrash, tema que le canta al rito que se vive en los recitales. Vinos, violencia, calle y por sobre todas las cosas, mucho thrash son los ingredientes de esta obra, que con el canto del «QUIERO TOMAR VINO EN CARTON, MEJOR QUE SEA TERMIDOR«, no cabe ninguna duda cual es uno de los fuertes inspiradores de la banda. Es inevitable rescatar el trabajo de las cuerdas: Mariano Lesta y Maxi Cabrera hacen un dúo thrashero tremendo. La Guarida de los Chacales confirma esta opinión. La velocidad que tienen los riffs hace una labor un tanto dificultoso para aquel que quiera sacarlos, un entrecruce más o menos y solos que redondean el tema.

Continuamente, otro tema ‘versionado‘ del primer demo: Escuadrón del Thrash. Muy emotivo y educativo si se quiere decir, ya que en él nombran parte de las bandas que inspiran al género (como dice Gabo en las entrevistas, si nombraran a todas las bandas que escuchan, tendría 500 estribillos). El bajo violento y tocado con púa pareciera ser un descanso para las manos de Mariano y Maxi, no obstante, ¡el tema sigue machaqueando como debe ser! El solo que se grabó es totalmente distinto al del demo, más técnico si se quiere decir. De Culto de Terror voy a hablar de la letra: bardera y directa, un grito a la religión y la memoria que no olvida de los desastres que ha causado sobre la humanidad. El estribillo que le canta al peor ciego, el que no quiere ver, el que se arrodilla ante estos dogmas. Régimen de Violencia es otro claro ejemplo del estilo de TUNGSTENO: intros largas con machaques y nada ‘amigables’. Acá Gabo se pone en la piel de un cana ambicioso de poder. Impunidad sería la palabra que resume éste tema ya grabado en el demo Realidad o Ebriedad. Continuamente nos encontramos con una intro que cualquiera que lo escuche por primera vez pensará que es SLAYER, ¡pero no! Son el quinteto argentino del thrash que vuelven a atacar. La masterización del disco es un orgullo para la música argentina, un trabajo bastante bien logrado. Un efecto de arma cargada y fusilamiento es el pie para el canto, letra que le canta a las personas que son utilizada como carne de cañón. Ciudad Tóxica, tema que cierra este trabajo, distingue la labor de Marcos Gianfrancesco en la banda: vi en Youtube como grababa la batería y es impresionante con la naturalidad que toca, ya que el tema exige cambios bruscos de ritmos y velocidades. Letra que le canta a la Buenos Aires contaminada, pero que en provincias lo estamos viendo cada vez más y más cotidianamente.

Recuerdo cuando en una entrevista la banda dijo que quería hacer un thrash progresivo y técnico pero que se les iba a complicar cuando suban en estado de ebriedad al escenario. He visto vídeos de TUNGSTENO en vivo (y algún día los veré en vivo, ¡espero!) y me remito a la idea de que el Thrash que practica la banda es progresivo y técnico. Siempre lo digo a los amigos: si tan músico sos, ponete a sacar un tema de Tungsteno. Para los 40 minutos que dura el disco, deja con mucha sed y ganas de más, eso es bueno ya que uno queda a la espera del nuevo trabajo de estos maniáticos de la velocidad. Inminente Aniquilación es un disco que no se puede escuchar una sola vez y TUNGSTENO ya se ganó su lugar en el thrash argentino, y bien merecido lo tienen.

Fotografías extraídas del disco.

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