AZEROTH: PRESENTACIÓN DE ‘MÁS ALLÁ DEL CAOS’ – SÁBADO 08//DICIEMBRE (THE ROXY LIVE)

AZEROTH: PRESENTACIÓN DE ‘MÁS ALLÁ DEL CAOS’ – SÁBADO 08//DICIEMBRE (THE ROXY LIVE)

Luego de un año repleto de conciertos, la banda AZEROTH decidió cerrar un gran ciclo (2018) desarrollando la presentación oficial de su cuarto álbum en estudio en ‘The Roxy Live’ (Capital Federal). Una tarde/noche única, repleta de emociones y satisfacciones. Donde la palabra ‘AGUANTE’, cobró forma con hechos y solidificó que LA LEYENDA… volvió para quedarse.

Por Luis Sarmiento Pozza
Ph: Pipi Burrows

Durante las últimas semanas las expectativas se incrementaban intensamente. Los flyers anunciaban que el evento sería compartido con dos excelentes bandas: InnerForce y Hagen. Todo estaba preparado y diagramado minuciosamente para que el evento desde su inicio se proyecte con intensidad; y de esa manera aconteció.

La primera banda en personificarse en el escenario se trató de INNERFORCE, una joven propuesta con una inmensa vitalidad. A penas comenzaron a sonar los primeros riifs, la gente que se encontraba en inmediaciones del recinto comenzó a desesperar para ingresar. En efecto, el acompañamiento se hizo sentir desde el comienzo. Pasando tema tras tema, la gente seguía ingresando y apreciando la destreza con que la banda se manejaba al interpretar cada uno de sus temas. Si bien hubo unos pequeños desperfectos técnicos en sólo su inicio, INNERFORCE, siguió desmontando su repertorio. Hubo coros por parte de los presentes, contagiados por el fuego que comenzaba a hacerse notar desde el escenario.

Músicos inquietos, que se desplazaban de un lado a otro, aprovechando bien de su espacio. Los temas interpretados por la banda corresponden a su primera producción discográfica, denominada ‘From Within’ que, desde su edición, no han parado de demostrar su potencial. El telón tras su última canción se fue cerrando al canto de un público eufórico: “Innerforce, Innerforce…” – cumpliendo con creces el desafío de dar apertura, dejando en llamas el escenario.

El público se mostraba inquieto, y se renovaba con el paso de los minutos. Muchos aprovechaban para acercarse hasta la barra para ‘refrescar el garguero’, mientras se preparaba tenazmente la siguiente banda. Conversaciones dispersas y el flash de cámaras por todo el recinto que buscaba registrar lo bien que se la estaba pasando; verdaderamente se respiraba un ambiente de hermandad, un ambiente hasta familiar.

El telón nuevamente se abriría de par en par, descubriendo a la segunda banda que desplegaría su performance. Se trataba de HAGEN, quienes salieron a dar ‘pelea fuerte’ con una particular ‘Intro’, donde cada riff y golpe de parche de “Eye of Tiger”, se hacía sentir intensamente. Este fragmento instrumental fue conjugado rápidamente con su tema “Ardiendo en Soledad”; fue cuando los presentes volvieron al frente del escenario a corear sobre todo en su estribillo. (Muchos sorprendidísimos por tan acertado arranque).

Prosiguieron con el tema “Red de Vacío”, de su primer álbum (Contra la Corriente), donde en medio de este segundo tema se terminó de redefinir y ajustar el sonido para que todo sea óptimo a los escuchas. Increíbles instrumentistas que demostraron un inmenso y bestial nivel. Continuaron con cuatro temas más de su segundo excelente material (De Cara al Miedo). Donde antes de presentar “Del Ser que Fui”, saludaron con agradeciendo a los anfitriones por la invitación y a cada uno que se encontraba en el lugar y momento.

Siguieron manifestando sus temas; y fue con “Paranoia” que HAGEN marcó una parte muy importante en la noche. Pues, luego de tanta adrenalina ejecutada en cada una de sus composiciones realizadas, mostraron su versatilidad en melodía. Tema donde también se apreció bajo otra sonoridad, el carisma de su cantante, dueño de un registro sinigual. El reconocimiento del público con un “HAGEN…HAGEN…” en coro, tampoco se hizo esperar. La gente mostró también para con ellos una gran aceptación ante el espectáculo que venían realizando. Luego de “Errante Obsesión” y “Redimido”, HAGEN cerró su set con dos temas más de su primer disco. Daba gusto ver un público cantar letras de la propia banda, sin dudas algo meritorio, que mostraba a los mismos integrantes cuánto disfrutaban desde arriba. Fue entonces que concluyeron con “Mercenarios del Miedo” y “Tu Salida”, manteniendo el fuego que dejó Innerforce en el escenario. Una tarde/noche que no tuvo de quiebres en todas sus instancias. Ovación para la banda y nuevamente telón cerrado, preparando el cierre de un recital que se vivía de manera alucinante.

La ansiedad se hacía parte de cada uno de los presentes. Las palabras deambulaban de boca en boca preguntándonos con qué nos íbamos a encontrar. Y el ambiente familiar que se percibía, hacía sólo más que notar sonrisas en los rostros de cada uno de los presentes, donde el ambiente se hacía cada vez más cálido.

Finalmente se descubrió el escenario, ¡y vaya sorpresa! Algo imponente hizo brillar los ojos de todos los testigos. Una increíble escenografía cuidada hasta el más mínimo detalle. En el centro estaba impuesta una gran pantalla, que parecía un ventanal hacia otra dimensión en donde en el medio de éste, sobresalía un espectro esquelético con una mirada en rojo vivo que nunca cesó. Dos pilares de enorme estructura en cada lado de este ‘portal’, custodiados por un enorme monje de cada extremo. La batería estaba situada de manera elevada y en diagonal, en el sector izquierdo del escenario (también custodiada por dos pequeños monjes en cada bombo). Por el lado diestro, se encontraba también un tanto elevado el sitio para las teclas y finalmente los muchachos de las cuerdas, distribuidos en frente del escenario (¿línea de 3?). Todo perfectamente distribuido y diagramado, podríamos pensar. Y mientras se descubría todo esto, iniciaría la presentación de ‘Más Allá del Caos’, el cuarto álbum en estudio de estos gigantes, que revalida con hechos el por qué de su regreso.

AZEROTH arremetió respetando el orden de todos los temas según enmarca el álbum. Todo el tumulto de personas se mostró fielmente expectante, parecía que estaba prohibido perderse un segundo de lo que se estaba viviendo. Los puños en alto y las voces que en coro acompañaban a cada uno de los temas, perduraron y se intensificaron con el paso de la noche. “Más Allá del Caos”, “Y sus Máscaras Caerán”, temas aguerridos que cobraban más fortaleza en directo. El sonido se mostraba parejo y cuidadosamente se acomodaría aún más. Ignacio Rodríguez cumpliendo magistralmente su doble rol (voz/guitarra). Daniel Esquivel tras el impecable y pavoroso labor tras el doble bombo. Pablo Gamarra con gran tesón en las seis cuerdas. Leo Micelli manifestándose de manera pulcra con las teclas y por momentos desbordando euforia. La gran presencia de Fernando Ricciardulli, mentor e impulsor de toda esta historia, firme en las bases resonantes del bajo. Todos destacándose con su papel, manteniendo una gran cordura y perdiendo el control (en el buen sentido de la exaltación), en cada momento del show.

Saludaron al público contando lo significativo que resultaba estar presentando su cuarto álbum con las bandas que acompañaron y todos los presentes que mostraron intenso interés. Continuaron con el tema que fue el primer avance, en su momento, del disco en cuestión (Entre las Cenizas); y con gran ímpetu siguieron con “Existir”, uno de los temas más coreados. Demostraron un increíble poderío al realizar el instrumental ‘AZEROTH’, y siguieron casi de inmediato con “Cuando las Sombras se Alcen a mi Alrededor”.

El ritmo frenético se seguiría realzando con el tema “Enfrenta tus Miedos” y “Espejismos de Locura”. Fue entonces que llegó el momento para el tema “La Distancia”, donde ágilmente se reacomodaron y con guitarras electroacústicas, interpretaron la única balada del disco. Para ese momento particular, tuvieron a su primer invitado en la noche. La banda convocó a ‘Alexis Furia’, quien con su contrabajo acompañó eficazmente en toda la canción. El escenario se tiñó con luz tenue y el acústico resultó impecable. Grandes aplausos y una incesante ovación.

Diligentemente volvieron a sus posiciones y con CastI como otro invitado (productor partícipe del disco), realizaron “Nyarlathotep”, otra de las increíbles canciones de este nuevo álbum. Finalmente, para cerrar su presentación y advirtiendo que era su primera parte, desarrollaron la interpretación del tema “Prelude To Oblivion”.

Para su segunda parte, la banda comentó y preguntó si querían escuchar los clásicos que han dejado los tres álbumes anteriores, con lo que iniciaron con “Randall Flagg”. Y la nostalgia jugaría un papel fundamental en todos los asistentes. Todo se convirtió más épico aún (sonoramente), el pogo comenzaba a tomar más formar y absolutamente todos los temas fueron cantados en masa. La banda recorrió los primeros tres álbumes sin parámetro cronológico alguno, con lo que los sobresaltos se darían desde el primer riff de cada tema. Y así sucedió con “En Agonía”, donde el público volvió a explotar. “Historias de Hoy” hizo sentir cierta añoranza, grandes composiciones que no deben darse por aludidas tomaban vigencia nuevamente y daba gusto. El mismo resultado tuvo su predecesor, “A Través de las Puertas – La Verdad”; que llegó a erizar la piel.

El siguiente tema nos llevó al tercer álbum (Historias y Leyendas), comentando que era un tema muy significativo, composición que Fernando Riccardulli dedicó a su hija quien se encontraba presente: “La Promesa”. Otro momento de intensidad, fue cuando realizaron la tan esperada canción “El Ocaso de los Reyes”, en esta ocasión como invitando convocaron en guitarra a Diego Vera (HAGEN), con lo que Ignacio Rodriguez sólo se hizo cargo de cumplir el rol de vocalista. Imponente momento que se disfrutó muchísimo arriba como abajo del escenario.

Casi dos horas de shows que se vivía increíblemente; y los invitados seguían subiendo al escenario. “El Mandato” fue interpretado por Aarón Briglia (ex Crytical), quien hoy se encuentra en la banda Helker; realmente detonante interpretación. Mientras que, “La Salida” fue llevada acabo por Emmanuel Gerbam (Ariadna Project), otro gran vocalista con sobresalió en la noche.

Finalmente, AZEROTH decidió culminar una noche magistral, emotiva e intensa, con “Campaña al Desierto” como gran cierre. Fueron alrededor de dos horas de show, que exprimieron al máximo. No hubo tiempo descuidado, ni de relleno, ni tiempo de más. Todo lo ejecutado de comienzo a final se desarrolló en óptimas condiciones. La despedida fue abrumadora, los aplausos no cesaban y las cámaras no dejaban de disparar. El público se fue satisfecho con una gran sonrisa impresa en sus rostros. Se percibió que se trabajó desmedidamente y todo ese fruto, se pudo cosechar por lo excelso que resultó todo. Brazos y puños en alto para la foto final, y lo curioso fue que no terminó en el cierre de telón. La banda bajó del escenario y saludó a todos los presentes posibles. Compartió diálogo, brindis, fotos y charlas. Y sinceramente, ese detalle no es para menos destacar.

 

Una idea que nació a mediados de los ’90; un proyecto que se hizo tangible desde sus primeras presentaciones, una banda que se solidificó marcando su categoría en nivel compositivo y que lo plasmó en cada disco. Cada disco que marcó un hecho importante (para bien o para mal), en la historia de la banda. Y este cuarto álbum, que marca una nueva etapa desde su regreso. Un regreso que no pasó desapercibido, un regreso que hoy pisa fuerte y destacadamente.

Por Luis Sarmiento Pozza
Ph: Pipi Burrows

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