Por Cheko Cardozo

Hablar de CRIPTAL es hablar de acero que resiste fuertemente Contra Toda Tempestad. Así es el título del último trabajo de estudio de ésta banda, contextualizado claramente en el metal de los ’80, donde nos encontramos con un disco que nos transmite el sentimiento hacia ésta música que tanto nos emociona. Si bien vio la luz en el año 2014, tiene la nostalgia de esa época dorada donde nuestro país presenció el surgimiento de las tachas, el cuero y la rigidez pasional del Heavy Metal.

Contra Toda Tempestad es el punta pie que abre el disco, con un riff clásico, restaurado de la vieja escuela de Heavy Metal. En éste tema nos encontramos con una historia familiar del cantante Julián Marnati, quien nos relata acerca de su abuelo y su lucha contra las olas del Paraná. Es increíble como un oyente puede visualizar toda ésta historia musicalizada, y hasta sentirla propia recordando las veces que la vida nos pone una tempestad que debemos afrontar con convicción y seguridad en uno mismo. Crudo Sentir continua, con un solo de batería a cargo de Gustavo Giménez como introducción. La pasión hacia el Heavy Metal es la base lírica de ésta canción, es un crudo sentir porque no se compra ni se fabrica, se siente y así es como lo demuestro, sin filtros ni maquillajes. Mientras Julián Marnati estroféa éste himno, la viola de Iván Fernández va dibujando escalas para pulir los riffs de acero que se desarrollan a lo largo de la canción. En las Celdas del Dolor es un tema que te puede golpear el pecho si alguna vez viviste algo de lo que relata la letra. Una balada emocionante donde se vuelcan todos los sentimientos y se deja al descubierto la sinceridad con la que se describe la canción. Al ser una balada y por momentos las guitarras están limpias, se pueden apreciar los aportes que Marcelo Del Bene le hace a la banda. Un bajo que va encaminándose tras los acordes que dibuja la guitarra en forma de arpegio. El final a cargo de un solo de viola, digno de una representación en blanco y negro donde los abismos invaden pensamientos abstractos en los momentos mas oscuros de la vida. De la Impunidad al Odio es continuante, un canto a la impotencia que sufrimos todos al vivir en un mundo de inseguridad donde los ‘amigos de lo ajeno’ tienen canilla libre. Mas allá de la bronca que transmite ésta letra, el sólo de viola dibuja ira y violencia con una destreza que caracteriza la virtuosidad del Heavy Metal. Viajero de la Eternidad nos sitúa en una guerra, y nos encuentra en una reflexión: es inevitable no pensar en la guerra de Malvinas, las líneas de ésta canción hablan de invasión, de sobrevivientes, de defender lo que queda, de una ilusión…

Mercenarios del Rock es una trompada a todos los lucradores que buscan su beneficio personal en la pasión de otros, calzándose remeras negras que les pesan, ajenos al sentimiento verdadero que podemos sentir los que miramos más allá de lo musical. En Zonas Áridas nos encontramos con un panorama pésimo, donde la ambición sólo generó hambre y miseria, y para un panorama oscuro, la música acompaña toda ésta devastación a la que se ha llegado. Siguiendo la misma línea, pero mucho más personal, continúa Oscura Realidad, arpegios menores como intro, y un estribillo que nos remonta a la primera época de JUDAS PRIEST. Estos dos temas parecieran estar unidos y concluir en los últimos track, Volver con Honor y Sueño Perpetuo, canciones que terminan de concluir ésta obra con finales claros pero de que aún queda mucho por hacer.

A lo largo del disco, el sonido de los instrumentos (quizás gracias a la reverb o el delay), nos  posiciona en los ’80, con conceptos que si bien fueron utilizados como lemas para plantar bandera en esos años, hoy en día la lucha continúa y sin descanso. Por eso es que Contra Toda Tempestad seguiremos peleando junto al acero que nos brinda el metal. Orgulloso de haberme encontrado hace un tiempo con ésta obra de CRIPTAL, y que haya quedado registrada como testimonio de su consigna: SIEMPRE FIRMES JUNTO AL METAL!

Fotografías extraídas del disco.

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