Fotografía de portada: Martín DarkSoul

La lluvia azotaba la Ciudad de Buenos Aires, durante toda la tarde del viernes 25 de Agosto; donde cuatro años después, una de las más brutales bandas estadounidenses arremeterían con gran voracidad nuevamente el suelo argentino.

UNICLUB fue la sede del aquelarre, y los primeros estruendos llegarían manifestados por los locales de MATAN S.A.; 1917 y MÓRVIDA, en una gran y devastadora jornada.

La constante lluvia no fue de impedimento para que la gente comenzara a presentarse desde la primera hora. Abriéndose las puertas a las 18:45 para que la fila en espera pudiera ingresar a un tan ansiado festival de muerte.

Totalmente cronometrado, la primera banda se hizo de la primera media hora a partir de las 19:10hs. Se trataba de MÓRVIDA, quienes desempeñaron un más duro Death Metal que el de costumbre, con algunos pasajes del Thrash. Pusieron al descubierto en su totalidad temas que comprometen a su primer álbum en estudio denominado “Después del Horror”. Donde sin habladurías supieron aprovechar su momento, reflejando temas como “Desconfianza”; “La Maldición”; “Sueño Lúcido” y “Blanca Oscuridad”. El público a una primera instancia se postulaba un tanto tímido, respondiendo con aplausos. Mientras que, por otro lado, algunos otros se encontraban con gran euforia, insistiendo a que tocaran sin respiro: “Un, dos, tres vaa”; se pronunciaba como eco.

El telón no se cerró y casi que de inmediato, la primera banda encargada de calentar la fría tarde, bajó de las tablas. Es entonces que 1917 tomándose unos minutos para ajustar sonido, prosiguió.

   Comandada por Alejandro Sabransky, la banda se plantó firme para dar muestra de su inexorable lucha, siendo una de las bandas de Death Metal con una gran trayectoria en nuestro país. Con tan frondoso esquema discográfico, se nos hacía imposible saber, ¡con qué nos sorprenderían en su media hora de presentación! Sin embargo, el tiempo proporcionado bastó para dar claridad lo contundente de su sonoridad. Realizando temas como “Las Tumbas de la Virtud” – “Negras Alas del Bien” – La base de “Exordio” para dar pie a “Al Fin Te Besa La Muerte”. Donde los presentes se plantaron pegados al escenario, rindiéndoles reverencia con un buen gesto de “mosh”. En los primeros temas la voz no se la apreciaba en buena medida, pero fue por cuestión de un momento que se pudo dar solución a ese percance. Hubo muestra de maestría con el tema instrumental “Visiones”; y el caluroso agradecimiento de los presentes se hacía sentir, en un UNICLUB que ya se encontraba colmado. Continuó con “El Danzar de los Decapitados” y concluyó con firmeza ‘testimonial’ con el tema “Brotherhood Of Barbarism”.

Uno de los trémulos en la noche se hizo sentir con MATAN S.A.; quienes salieron a comerse el escenario, que a decir verdad se encontraba un tanto ajustado para los músicos. Con un gran frotman que los encabeza, encarnando en su personaje como describen sus letras, pisaron escenario ante un telón abierto que hacía desesperar por momentos a los presentes para que iniciaran de inmediato. Una banda que se preocupa en dar un show completo, desde lo que compromete su escena, sonido y agregados de producción ante el inicio de cada tema, para que se refleje lo que escuchamos con claridad en sus discos.  El punta pie inicial de la banda, fue “Psicología de una Mentira”, de esa manera dando muestra de lo que será su tercera producción discográfica. El público de inmediato se prestó para el brutal pogo, que crecía de tema en tema. “Vuelvo A Saciar Mi Sed”, de su primer álbum hizo enloquecer aún más al público. Fue de gran acierto por parte de la producción de la banda, en poner sus intros ante cada tema, que hacían al público adentrarse de lleno a su presentación. Se manifestaron con más temas como “Los Odio”; “Panick Attack”; “Enveneno La Vida” (Muy coreado); y finalmente con pogo enardecido: “A Decapitar”. Potente presentación la de MATAN S.A.

Finalmente, el telón cerró y el tumulto de metaleros se arraigaba de raíz a milímetros del escenario. Donde las más oscuras maldiciones egipcias, de los jeroglíficos más ocultos iban a ser invocadas por tres vociferadores de lo más despiadado. NILE ya estaba listo y el manto negro que cubrió el escenario por alrededor 30 minutos, se dispersó.

Una energía vibrante hizo detonar el recinto con cada tema de lo más variado en su haber discográfico. Clásicos y reconocidos temas tuvieron de su resonancia; dando como respuesta un impetuoso pogo por parte del público, que hacía temblar UNICLUB. Impactante presentación de tres monstruos en las cuerdas, que con sus tres tremendos registros guturales se repartían los temas casi como en los álbumes en estudio. La bestialidad con la que se desplegaba en las baquetas el Sr. Georgios Kollias, hizo que cada golpe lo sintamos en el pecho; provocando satisfacción a cualquier escucha.

Karl Sanders y compañía, destrozaron cabezas con temas como “Defiling The Gates of Ishtar” y “Sarcophagus”, los cuales dieron como resultado lo más violento de los golpes. Un agitado, pero constante público que no dio tregua por ningún minuto a la vibrante presentación de NILE. El “Olé, olé, olé… Nile… Nile”; se hizo sentir en conjunto por todos los eufóricos que colmaron UNICLUB. Con acotadas palabras de agradecimiento, las cuatro bestias ofrecieron un poco más de una hora de brutalidad extrema, con su denotada y prolija tenacidad.

Tratándose de uno de los grandes himnos, “Kafir” hizo estallar y temblar a todo lo que se encontraba en pie. La emoción se hacía notar en los rostros de los presentes, y también de quienes comandaban el escenario. Cabe acotar que hubo un gran momento para “The Howling of the Jinn”. Donde los brazos permanecían siempre en alto clamando por NILE; deseando que la noche no culmine mientras sonaban también una porción minúscula de su último álbum en marco a su gira. Pero inesperadamente siendo un poco más de las 22:30 dieron por concluido su presentación con el tema “Black Seeds Of Vengeance”. Casi que, con sabor de escuchar más, la noche terminó; pero aun así se puede mencionar que NILE cumplió en gran medida. Noche de invocación y ocultismo, donde se conjuraron a las fuerzas más nefastas del Antiguo Egipto, en un pogo que no tuvo displicencia.

Por: Luis Sarmiento Pozza

Comentarios