Review: ARGENTO // Involución [2011]

Review: ARGENTO // Involución [2011]

Por Cheko Cardozo

Muchas veces uno se encuentra con bandas cuyo nombre nos hace pensar ‘¡que imponente suena! ¿cómo no lo había escuchado antes?’. Esto me pasó cuando conocí a ARGENTO. Me resultaba un nombre con tanta imposición que la misma curiosidad me llevó a querer conocer de qué iba la propuesta. Había visto la tapa, y solo atiné a escuchar un tema del disco en las redes, y tiempo después, Luis Sarmiento Pozza me consigue el material (creo que los discos que poseen una historia relacionada a un hermano del Metal tienen un ingrediente extra). La tapa de Involución nos invita a reflexionar, a pensar en la historia de la humanidad, en ese ciclo vicioso al cual estamos sometidos día a día, del cual también somos cómplices como sociedad, y muchas veces no logramos poder comprender el por qué llegamos a esto. Advertencia: la música que encontraremos a lo largo de los 40 minutos que dura, no es apta para mentes débiles…

El disco comienza con una intro titulada Involución, la cual con un piano apocalíptico y sentencial, nos dibuja un paisaje gris, con un final que va creciendo como un monstruo desde la oscuridad. Es así que estalla Ganar o Perder, con un batallante riff y una batería que aumenta de velocidad progresivamente, ganando fuerza y potencia con el doble bombo a medida que transcurren los segundos. La letra nos advierte lo que podemos observar en la tapa: somos cómplices de un mundo que ya tiene su manera de girar, y a veces sin quererlo, le sumamos con nuestra existencia un cruel final. Intentar sobrevivir, pero ¿a qué costo? Los riffs cruzados que aparecen en el minuto 2:30 nos avisa que esta banda no es solo Heavy, sino que comparte otras ramificaciones del Metal, como el Thrash Metal, que lo podemos presenciar en la última estrofa. Hombre Destructor es la continuación del anterior tema, donde se responsabiliza al propio humano ser el culpable de su autodestrucción (incluso hay una fuerte referencia a una de las tragedias más grandes en nuestro país). Me parece justo cuando el propio humano sabe reconocerse responsable de lo que le sucede hoy. Es tomar conciencia. Con una batería a contratiempo de la mano del maestro Marcos Gianfrancesco (quién saca de la galera un gran fill de batería después del primer estribillo), Jonatan Gianfrancesco ruge enojado, furioso y hasta explota por cada una de las estrofas escupidas. Los solos recuerdan la época cruda de Phil Campbell, una mezcla del primitivo rock & roll con la adrenalina de la N.W.O.B.H.M. Convicción comienza con ese duelo de guitarras gemelas entre Jonatan y Ezequiel Carrillo que tanto nos gusta a los amantes del Metal, sumado de machaques secos y rabiosos. Pero el aplastante bajo de Carlos Gianfrancesco es una pared que soporta toda la inquietante furia de la banda. A esta altura ya debemos destacar que la banda está conformada mayoritariamente por una familia, sumado el hecho de que esta misma formación lleva muchos años, algo que es muy difícil poder sostener en el mundo del Under en este país. Son pocas las bandas que llegan a mantener una formación durante tantos años, y esta banda lo logra en base a esfuerzo y perseverancia. Soy tu final sorprende por el amenazador riff inicial, recordando al disco Iron Fist por ejemplo, donde una letra declara firmemente una fuerte posición contra el enemigo, contra aquel que te sueña vencido. Este tipo de canciones es de esas que logran conmover a todo aquel que busca en el Metal fuerzas y ganas de seguir peleándola día a día. El cambio de tiempo que se vive después del segundo estribillo, invita a la imaginación ver a un pogo aniquilante que tira un local abajo. Espero que cuando vea a esta banda en vivo, toquen este tema y se arme un buen pogo que merecidamente lo tienen. ¿Y qué decir de la parte acústica de la mitad de la canción? Admiro mucho a las bandas que, teniendo un sonido fulminantemente brutal, se animan a agregar estos colores a la obra. Marcos se encarga de abrir Falsos Héroes con un excelente y prolijo fill, el cuál es seguido de un riff hermanado al tema anterior. Una triste y real historia que sucede en cada rincón de Argentina, y todo Sudamérica, claro. Pero, ¿qué hacemos como sociedad para poder revertir todo esto? El sabbathico final del tema pareciera invitar a reflexionar esto…

La segunda parte del disco inicia con una cabalgante viola que va retroalimentándose de machaques y notas hasta llegar al riff inicial. Siglos sin paz pareciera ser el escenario para muchas masacres que se han cometido a lo largo de la historia, ya sea desde la mal llamada Campaña del Desierto, como también la última Dictadura Cívico Militar que sucedió en nuestro país. Un canto contra la injusticia y la impunidad que sufren los pueblos constantemente. Así como vale recalcar la calidad para escribir las letras que tiene Jonatan, vale destacar la gran calidad compositiva musical que posee Ezequiel Carrillo, quien se hace cargo de la música de todo el disco, a excepción de Buscando la Verdad. Este tema está compuesto tanto música como letra por Jonatan, quién nos habla honestamente algo personal, pensamientos que pueden surgir en una madrugada de pensamientos oscuros, buscando alguna luz, buscando una salida para poder salir del abismo. Me agrada el clima terrorífico que se va creando al principio, que va engordando poco a poco, transformándose en un monstruo aplastante, para luego cambiar de tonalidad en las estrofas (una composición realmente extraordinaria). Por más que el tema se desarrolla en un medio tempo, logra tener la dureza del resto de los temas, no contrasta fuertemente, sino que se equilibra perfectamente junto a sus pares. Lucha, Sangre y Dolor resulta ser mi tema favorito del disco. No solo por el violento riff inicial, por la violenta batería que se desgarra en cada golpe de redoblante, por tener el mejor solo del disco, o por el bajo que no descansa y vigila como un centinela para que no decaiga en ningún momento esta canción tan artillera… Sabemos de qué van las letras de ARGENTO, pero este tema carga con tanta historia y sucesos que marcan la cotidiana resistencia del pueblo argentino, que logra llegarte al corazón para sumarte con un grito que despierte al rebelde que todos llevamos dentro y que el Metal muchas veces nos ha permitido conocer. Pecador sentencia sin piedad, atropellante y voraz riff que desencadena en una crítica a la religión y toda la falsedad que se oculta detrás de una de las instituciones más corruptas de la historia, y junto a Venceré, culminan de manera triunfal un gran disco, cargado de emociones violentas a través de la distorsión dura. Pero para darle un broche de oro a todo este gran material, la banda nos regala una versión de una fuerte influencia para ellos: un Ace of Spades maniático, sin frenos y sin pudor, como el buen Lemmy siempre predicó…

Involución logra imponerse fuertemente como un gran disco debut, como pocas bandas lo han logrado en este suelo. Con un estilo propio, un sonido bastante particular que no se ve en otra banda en el país, se posiciona en el campo de batalla e impacta fuertemente contra los oídos para dejar su marca en la senda del Metal. Para finalizar, quisiera compartir una frase que escribe Carlos Gianfrancesco en los agradecimientos: lo principal es llenar el espíritu, el sentimiento y el alma con la música; el resto, que fluya

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