Por Cheko Cardozo

V8 llevaba ya un tiempo separado, y de aquella gloriosa banda se desprendieron distintas agrupaciones que hoy consideramos clásicas dentro de nuestro Heavy Metal. Pero hay una que generaba mucha expectativa, ya que estaba integrada por el 75% de los integrantes de la última formación. Estamos hablando de LOGOS, donde Alberto Zamarbide, Miguel Roldán y Adrián Cenci, sumando a sus filas a José Amurín, le dieron vida a furiosos temas que integrarían el álbum debut La industria del poder. Dicha obra seguiría la línea del último disco del motor, pero con un agregado de adrenalina y calidad sonora que lo transforma rápidamente en un material indispensable para nuestro Heavy Metal…

Marginado detona de entrada, con un riff demoledor y una batería con mucha rabia. Recuerdo haberlo escuchado por primera vez y sentir que una ola destructora venía a arrasar todo el lugar. La letra originalmente es idea de Claudio Blackener Oliva, con algunos retoques en el final del puño de Zamarbide y Roldán, es lo que vive un metalero dentro de una sociedad crítica y discriminadora. Tan solo con este tema, podemos presentir toda la furia de la banda, toda la fuerza creativa que estaban viviendo. Como relámpago en la oscuridad aparece pidiendo que le den el título de clásico de la banda, una canción que reafirma los ideales religiosos de la banda, defendiéndolos frente a cualquier crítica. Debe ser por esta fuerte postura que se han ganado el reconocimiento de parte del público a mejor disco del año ’93. Musicalmente posee un empuje constante, y podemos apreciar claramente los teclados de Marcelo Mollo quien hace su aparición luego del solo de Miguel Roldán. Algo novedoso para el Metal argentino de la época, fue La última batalla, que con su extensa duración (más de 8 minutos), y su lentitud, no pierde fuerza alguna ya que va desarrollándose sobre la distorsión potente, sumado al canto firme y directo de Beto Zamarbide. Discierno totalmente con las personas que dicen que la música religiosa es suave o para blandos, LOGOS es un claro ejemplo de que no es así. La rudeza que caracteriza al Heavy Metal se percibe en todo momento, y creo que el mensaje de la banda no solo hace foco en la religión, sino que también fueron más allá de eso y tocaron temas como la auto destrucción del hombre y su naturaleza, la psiquis que atraviesa la humanidad en una sociedad conformista y devastada, pero jamás perdida o vencida. Ese grado de esperanza es el mensaje de LOGOS.

Memorias del continente nuestro es un instrumental que sorprende con una introducción de vientos, guitarra acústica y punteos de una viola que aparece con frases melódicas un tanto oscuras. Y con un fill aniquilador hace su entrada No te rindas, un tema alentador que posee grandes tintes del Speed Metal, y uno de los mejores solos del disco (ni hablar de ver a este tema en vivo, corearlo junto a tus amigos es una experiencia totalmente maravillosa). La postura ideológica de la religión reaparece en Ven a la eternidad, acompañada de un fuerte mensaje de apoyo y acompañamiento a las personas que estén pasando un mal momento. Visto desde el punto de vista de Jesús, el tema se desarrolla en un medio tiempo donde habla de tiempos mejores y esperanzadores a pesar de un panorama gris y triste. Esto también podemos verlo reflejado en el siguiente tema, En la ciudad violenta, donde se describe de manera poética el caos de la rutina diaria, de la soledad inexplicable que se vive en un mundo con miles de millones de personas. Es extraño, pero pareciera que ese sentimiento masoquista invade la menta de la humanidad, y cada uno se aísla hasta de su propio ser. El cierre del disco está a cargo del tema que le da título al mismo: La industria del poder. Es mi tema favorito de la placa, primeramente por esa introducción casi apocalíptica de guitarra acústica, que va hilando melodías conforme van pasando los segundos, hasta que llegando al minuto aparece un riff demoledor. Es increíble la potencia de este tema, y si hay algo que realmente hay que destacar, es el poder creativo de Miguel Roldán, ya que él es el autor de la mayoría de las canciones de dicho álbum. Salvo Marginado, La última batalla y No te rindas (temas que hizo en conjunto), el resto de las canciones son de su intelecto y la verdad que se notaba las ganas de mostrar su capacidad al mundo del Heavy Metal argentino. Detengámonos en una frase de este tema: ‘Se muy bien que en las regiones oscuras de nuestro olvido aún navegan la muerte y la crueldad como sombras de una edad que a morir se resiste’.  Podemos atribuirle la cita a nuestra realidad de hoy, donde muchos callan lo que en realidad piensan, o incluso el olvido nos ha llevado a repetir (o revivir) épocas tristes para nosotros. Pero si hay algo que me llama mucho la atención es eso de que la muerte y la crueldad son sombras de una edad que a morir se resiste, como si el mal viviera en nuestras mentes y no lo podemos eliminar, o al menos es algo realmente complicado… Esta es una de las razones por las que me gusta muchísimo LOGOS, te pone a reflexionar cada una de sus frases que son disparadas con mucha violencia y con una música inmejorable. Por cierto, las fotografías de la tapa y la contratapa pertenecen a la película METROPOLIS del año 1926, claramente armonizando con el mensaje del álbum.

La industria del poder es material indispensable para aquellos que disfrutan del Heavy Metal con un fuerte contenido. LOGOS estuvo un tiempo largo componiendo cada uno de sus temas, de hecho en el librito hay una un comunicado al respecto donde la banda declara sus principios y sus convicciones, haciendo un fuerte hincapié en que mejor que decir es hacer. Y el mensaje que quiero replicar de ese comunicado sus últimas palabras: mientras todos los que amamos esta música estemos unidos, el Heavy Metal no morirá jamás y la batalla continuará por siempre.

Fotografías extraídas del disco.

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