Por Cheko Cardozo

Dentro de la ola de bandas under en estos suelos que han surgido en estos últimos 15 años, nos encontramos con MALDITOS, quienes cosecharon un Demo en el año 2008, a un año de su creación. 5 años después editarían su primer álbum de estudio, con la misma formación, la misma línea ideológica, pero con mucha más rabia y una evolución musical por demás audible. Liberando venganza llegó para plantarse como uno de los mejores discos de Thrash del 2013, logro de una lucha independiente y con mucho sabor a violencia…

Se encarga de abrir el disco el tema que le da título al álbum, con un bajo demoledor que no bajará la intensidad durante los 45 minutos que dura el disco. Liberando venganza se desarrolla luego de una gran intro con mucho espíritu de la vieja escuela del Thrash, y es muy lógico ya que el bajista que grabó el disco es Gustavo Rubio, integrante original de la gran banda TREPANADOR durante los años ’90. La batería llega a triturar los parlantes de la potencia que posee, realmente admirable el sonido que le sacaron en la grabación. Machacantemente continúa Eternamente, un muy buen tema que sigue explotando el potencial de cada uno de los integrantes, cabe destacar la evolución vocal de Maximiliano Ghirlanda, logrando registros versátiles sin ninguna dificultad, una voz particular dentro del género por lo que hace a MALDITOS una propuesta de Thrash distinta a las que solemos escuchar. Declaración posee una de las mejores introducciones del disco, guitarras acústicas lúgubres, un bajo que va asomándose de a poco, y de repente una explosión total hace que la banda entre al campo de batalla con un riff de la muerte. Un temazo que habla de la declaración de guerra de la banda hacia sus enemigos. La parte que más me impacta es casi llegando al segundo minuto, donde Gustavo queda solo con el Chevy en la batería y van abriendo el panorama de lo que nos vamos a encontrar: un tema totalmente destructivo, por lo que es mi favorito del disco.

No olvidar es un tema dedicado a la memoria y a la justicia, basado en la época más oscura del país: la dictadura militar. Vagante sorprende por los cortes atravesados que tiene, recordando la época del Postmortem de SLAYER, por ejemplo. Una canción con mucha melodía vocal que habla sobre la hermandad dentro de la escena del Metal, muy bueno para dedicarle a aquel compañero gamba que te dio esta música tan gloriosa. Y llega la sorpresa del disco: un tema lento con reminiscencias a las más oscuras sinfonías del Doom: Bruja. Impresionante lo pesado que suena, y lo contundente que es pese a tener un tiempo lento, pero para nada débil. Donde más le duele impresiona por la cantidad de cambios de tiempo que posee, mucha adrenalina y rabia, hablando del hartazgo que sufre uno al abuso y a la violencia. El bajo vuelve a tomar el control de la introducción en Encendé el motor, un tema a medio tiempo que parece ser la continuación del anterior tema por la letra. Como cierre del disco nos encontramos con Invasores y Ataque thrashero que, junto a Sedientos y agresivos y No olvidar conformaron el Demo, nada más que ahora los podemos apreciar con una calidad de sonido impresionante y una evolución musical de la banda, una consolidación que solo los años de tocar juntos puede lograr.

Liberando venganza se transformó rápidamente en material digno de compartir dentro de la escena under del Metal en estos suelos, creo que tiene un potencial muy grande además de unas letras que van desde lo social, la violencia que se vive día a día y también el modo de vida del Thrash Metal. MALDITOS tuvo la certeza de editar independientemente un gran disco debut, y agradezco que formen parte de mi biblioteca ya que les pego una debida escuchada bastante seguido…

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