«Tengo el plan de ir para adelante, por eso sigo pisando escenario y sigo grabando, no me quiero quedar» – Adrian Subotovsky con Almas de Acero

«Tengo el plan de ir para adelante, por eso sigo pisando escenario y sigo grabando, no me quiero quedar» – Adrian Subotovsky con Almas de Acero

   El viernes 23 de Junio, tuvimos el privilegio de entablar diálogo con Adrián Subotovsky. El encuentro se manifestó en los estudios de la Nave de Oseberg, en donde hablamos sobre su magnífico presente, recordando fugazmente el inicio de esta magistral carrera.

 

   Mucho por preguntar en una historia extraordinaria que se ha desarrollado a lo largo del tiempo y el aporte exquisito que él ha dado en una faceta importante al Heavy Metal Argentino, con esta fusión y experimentación tan particular.

 

   A. S.- “Es como que uno está inmerso en el camino. Entusiasmado como de chico. ¿Viste que cuando uno de chico aprende algo y querés investigar más? ¿Y querés ir más allá?” – Explicaba Adrián Subotovsky y continuaba – “Como cuando éramos chicos y entrabas a una casa abandonada, al sábado siguiente querías ir más allá. Investigar con ese entusiasmo, no pensando mucho; sino en lo lindo de descubrir cosas que no estaban evidentes, cosas que nadie había hecho. Encontrar un camino y decir ‘che mirá acá hay un camino que nadie fue, ¿por qué no vamos por este?’. Entonces ahí salió este tema de las fusiones. De empezar a incorporar otras músicas al Metal que no fuera la que ya están puestas por bandas extranjeras.”

   Un músico argentino que se animó a apuntalar a lo propio de nuestro suelo, conjugándolo con la pasión por el Heavy Metal. Así como grandes músicos de otros países lograron hacerlo, Adrián Subotovsky realizó su aproximación con el tango; y prosiguió:

   A. S.- “Claro, lo que hicieron Yngwie Malmsteen y Ritchie Blackmore fue simple, agarrando todo el rock que venía de los EEUU en esos momentos en los ’60; o cuando empezó esta explosión con la música británica de los Beatles; y la empezaron a mezclar con música clásica. Ahora si uno hace un transporte a Argentina. Estás en Buenos Aires, ‘¿cuál es el gran compositor en Buenos Aires?‘ Por ejemplo el gran compositor en Berlin (Alemania) sería Beethoven, en Génova (Italia) Paganini; en Londres fue Elgar. Bueno aquí en Buenos Aires sería Piazzolla, podría ser Pugliese también, es una lista bastante larga; cambié eso principalmente.” – Mencionó minuciosamente Subotovsky y enfatizó que lo que más le llamó la atención es que en Argentina no estaba hecho.

   Estamos hablando de esta manera de un pionero, en lo que refiere a confluir el Tango y el Heavy Metal.

A. S.- “Habían algunos coqueteos del Heavy Metal en cuanto al tango, pero no visto de manera sinfónica, sino el tango tocado tipo Heavy, pero sin todo ese firulete sinfónico, como los solos de bandoneón. Por ejemplo el solo de la Cumparsita, el solo original, no es el mismo que grabé en el disco, pero lo ‘rockié’ un poco, está tocado como lo tocaban ellos. Es la variación que hacían los tangueros tradicionales. Y digo qué loco que nadie se puso a tocar esto en una guitarra eléctrica. Si uno escucha una cosa de Paganini, diría ‘esto con una guitarra eléctrica quedaría bárbaro’, y ese fue Yngwie (Risas).»

   Además, Adrián Subotovsky hizo hincapié en lo difícil que hoy por hoy es poder crear algo nuevo, en un mundo tan saturado. Y considera que su momento fue realmente mágico y recalcó: “Artísticamente hablando, siempre lo más lindo es cuando creas algo, cuando ponés tu semillita.”- y agregó: “Ahora está difícil por el tema de internet, porque antes era como que no había tanto bombardeo. Habían algunas bandas, habían algunas propuestas, pero había un poco de margen; ahora no. Ahora cualquiera cosa que se te ocurra… Heavy Metal con música marciana, hay alguno que lo está haciendo (risas). En el tango tenía esta parte, estaba un poco hecho en el sentido de las canciones pero no la parte sinfónica, porque el tango es muy sinfónico, sobre todo los solos de bandoneón. Por ejemplo “La Cumparsita” por solo decir uno, “La Puñalada”, “El Choclo”, “Adiós Nonino”, “Libertango”, hay un montón de cosas que decís: ‘esto con una viola eléctrica y una batería doble bombo ¿sabés cómo va? Va como piña’”


   -En algún momento cuando iniciaste con esta idea, ¿te preocupaste por la respuesta de la gente? ¿Cómo lo iba a tomar el metalero, quizás ortodoxo? ¿Cómo fue la respuesta para aquel entonces?

   A. S. -“Esto empezó hace 20 años. El primer contacto fue cuando grabé SUR con Miguel Nicosia, es como decirte que toqué con Ritchie Blackmore. Es un tipo que dentro de lo que es la escena tanguera es como un mito, fue bandoneonista de Susana Rinaldi, Atilio Stampone, un gran virtuoso. Entonces lo encaré a él; y me dije ‘voy a grabar con él‘. es como que él representa el tango. Vino, grabó, hubo buenas ideas. Después el público Heavy lo agarró bien, estamos hablando de 1996. Ponemos al ‘Delorean’ en 1996 y viajamos por el tiempo (risas). Después las cosas fueron más atrevidas en el sentido de ‘lo voy hacer con una orquesta‘; entonces en el disco ‘Concierto para Guitarra Eléctrica y Orquesta, fue donde incluí tango. Músicos clásicos, el maestro Catalucci, el maestro Cattaneo, entonces uno va subiendo el listón de la apuesta. Después con Raul Lavie, Chiqui Pereyra, con la nieta de Osvaldo Pugliese y empecé ya a meterme con pesos pesado. Tuve buenas respuestas, es más cuando presentamos el disco en ‘The Roxy‘ vino a cantar El Chiqui Pereyra. Y el Chiqui Pereyra y Raul Lavei dentro del tango son lo más grosos, como decir Ronnie James Dio y Ozzy Osbourne.”

   – ¿Cuál fue la sensación en ese momento con todo lo que estabas realizando con estos monstruos del tango?

   A. S.- «Obviamente como supe que sería un momento importante, hice un video. Un video clip resumido, porque tenía muchos artistas en ese momento en el escenario. Estaba Gustavo Rowek en batería, estaba el Chiqui Pereyra, estaba el Tano Marciello, estaba Melina Marciello, la hija del Tano que toca increíblemente la batería. Estaba Beto Vásquez; muchos artistas mezcla. Esta mezcla representada en músicos también.  Hicimos “Por una Cabeza” fue recontra divertido.

   Tras esta iniciativa de armonizar al Heavy Metal con el Tango, a su máxima expresión, Subotovsky enfatizó que el público en general es variado y sostuvo que hubo algunos que no compartían lo que se estaba generando: “Del tango no hubo, salvo una o dos personas que no les gustó, pero siempre hay; y del Metal también. Yo calculo que siempre hay alguno que por ahí no se siente tan identificado, le gusta la cosa más cuadrada, pero en general tuvo buena acogida.”

 

   En mención a la repercusión y acompañamiento del público hacia esta propuesta en directo, Adrián Subotovsky comentó que su convocatoria va en sumo crecimiento y agregó: “La otra vez tocamos en San Telmo y sin bandas soportes, así de guapos. y lo loco es que fueron todos tangueros y uno o dos heavy metal. Estamos hablando de un lugar para 100 personas.”


 Y por otro lado, las personas que se acostumbraron a escuchar tango sin la distorsión del Heavy Metal, ¿cómo acatan al Tango con Distorsión?

   A. S.- “El tango representaba el Buenos Aires de aquella época; y el Buenos Aires de hoy es otro, es más ruidoso. Si bien yo toco con un sonido nada ruidoso, porque uso la viola recontra limpia tipo ‘Rising Force’, pero digo que la guitarra le da esa fuerza, porque la vida de hoy es así. Igual también incorporé otras músicas, no solamente la música clásica. Porque la música clásica de la Argentina es el tango, pero también es el folklore; y grabé un ‘loncomeo’. El loncomeo es un ritmo del sur, una obra de Los Hermanos Barbel; que son como una especie de Pazziolla de lo que es el folklore; el 80% de toda la música patagónica está compuesto por ellos, a ese nivel vienen los Barbel.”

   – Claro, ¿por eso ese homenaje con el tema Amutuy, en tu último disco?

 

   A .S.- «Claro, con Amutuy que volví a convocar al Chiqui Pereyra pero cantando con Adrián Barilari, Walter Meza, participando Gustavo Rowek, Clarla Pugliese, Norberto Rodríguez, Willy Quiroga; que también realizamos un video clip, puramente música Argentina. Hay que fijarse en las raíces. Una vez tocando con Antontio Agri, violinista de Astor Piazzolla le mostré unos discos rock que había grabado anteriormente y me dice: ‘esto está bárbaro, ¿pero qué tiene de tu aldea?’ – Y claro tiene razón. Ese fue uno de los momentos, porque me hicieron varios clicks. Pero me dijo ‘¿qué tiene de tu aldea?’ – Y claro, no tiene nada, es como una inspiración en música de afuera; o tocar el estilo de otra persona que es buena. Pero en la vida uno va pasando etapas y se supone que yo no voy a tocar igual que hace 20 años.”

 

   – En su momento fue Samson, entre tantos otros discos.

 

   A. S.- “Claro, lo de Samson que ahora se reedita el disco, ya pasaron 30 años desde que se editó, lo escucho y está bueno, pero yo tocaría otras cosas; por ahí le pondría más tango, más folklore, le pondría un charango. Hay temas que dan.”


 -La reedición que estás comentando de Samson, ¿se manifestarán con algunos toques o será una reedición fiel de lo que se grabó en ese momento?

   A. S.- “La idea es mejorarle un poco el audio, levantarlo un poco para los estándares actuales pero sin modificarle la esencia, que se escuche el sonido crudo que era el sonido de esa época. Vos escuchas el disco de Rata Blanca el disco ‘Mago, Espadas y Rosas’, y no suena igual que Rata Blanca hoy, es otro sonido. Y es parte del encanto de la época. O escuchás el primer disco de Rata Blanca, por ejemplo ‘Rompe el Hechizo’, y es otro sonido; es el sonido de los 80, tiene otra cosa. Y esto es lo mismo, esto es ‘80, sino no tiene sentido reeditar un disco que grabé hace 30 años para ponerle un sonido de hoy, es como una foto con Photoshop, de hace treinta años, estás distinto, temes otra cara (risas)

   – ¿Y qué te quedó de Metal Project?

 

   A. S.- “Y Metal Project, todavía no hay ninguna oferta de reeditarlo, fue un lindo disco. Fue un muy buen disco de Hard Rock de Metal Clásico Europeo, al estilo de Ritchie. Creo que no hay ahí, un nivel que represente a la música argentina y que sea creativo. Está muy bien tocado y los temas están bárbaro, pero a nivel creatividad eso ya lo hicieron otros músicos, está bien, fue una etapa. Uno va pasando por etapas y ese tipo de composiciones ahora como que no me convencen porque las veo muy amoldadas a Europa.”


 – Estas afianzado de lleno a lo tuyo. Estás creyendo de lleno en lo que estás haciendo y eso es realmente muy bueno, sentirse así es muy bueno.

   A. S.- “Si, quiero escuchar una armonía de Buenos Aires, puede haber algún elemento de afuera pero quiero que haya olor a Buenos Aires. Y a ese disco le falta olor a Buenos Aires, tiene olor a Londres por ahí. Que está bien también, pero yo vivo en Buenos Aires, yo nací acá. Y a la edad que tengo… una cosa es que un pibe de 25 años, esté todavía con mucha influencia de sus ídolos y otra cosa es que un tipo de casi 50 años como yo… si bien uno tiene su amorcito, su corazoncito cuando uno escucha Black Sabbath, cuando escucha Deep Purple o Malmsteen, pero quiero ponerle lo mío, algo mío. Es algo que no se hizo antes, entonces eso me da como una sensación como de bienestar, no sé si orgullo, pero como decir ‘qué bueno poder haber hecho en mi paso por esta vida algo que sea 100% mío, que se me haya ocurrido’. Las ideas son las más difícil, uno puede aprender a tocar rápido, despacio, pero después crear algo, inventar algo de todo el coctel que tenés en la cabeza, algo que sea original es bastante complicado.”

   Adrián Subotovsky forjó su camino y no sólo eso, si no que fue precursor en realizar este tipo de composición ambivalente, entre la “pesadez” del Heavy Metal y la sinfonía del Tango. Su camino marcado ha hecho que durante los años se haya tomado en cuenta por distintos músicos. Y recuerda: “Hubo ya algunos guitarristas que empezaron a hacer algunas cosas. Por ejemplo partiendo del ‘96. En 1996 sale el disco de Odisea, con el tango. En 1998 sale el disco de Temple, y tiene un pedazo de tango, ahí tenemos la primera conexión, dos años después. Hablando a nivel cósmico, después se hizo más. Vi versiones de guitarristas haciendo “Libertango’, más o menos en la misma onda que lo estoy haciendo yo. Lo que más me llamó la atención fue hace poco una banda Brasileña que hizo una versión de ‘Por una Cabeza’ igual a la mía, y digo ‘Bieeen… buenísimo’. Los tipos se tocan todo, son unas bestias, dos violeros unos animales, el batero y bajista un relojito, y el bandoneonista no sé de dónde lo sacaron pero es un monstruo, suena re bien en un video re lindo con una pareja de baile…”

 

   – Eso te produce satisfacción, seguramente…

 

   A. S.- “La verdad que sí. Y digo ‘qué bueno que haya bandas de Latinoamérica que estén tocando Tango Argentino’; es un honor, es música nuestra. Y ahí entiendo cómo Yngwie Malmsteen y Ritchie Blackmore, se deben sentir cuando otra gente de otras latitudes tocan su música. Encima el tango uno lo siente como, ‘es mío’; y el folklore también. Si yo toco una chacarera tengo más derecho en tocarla yo que un chino, por ejemplo (risas). Es mi música, es tu música, esa alegría me produce.”


 – ¿Cómo te sentiste con tu última producción discográfica? Subotango II

 

   A. S.- “Y este disco está bueno porque se conecta con el anterior. SUBOTANGO tiene un montón de clásicos de Piazzolla, ‘La Cumparsita’, tangos clásicos y emblemáticos. Y el segundo tiene más temas míos, en esa onda. Compuse temas en la onda de Piazzolla, en la onda de Gardel, con el agregado de Amutuy; y ahí muestro composiciones mías. Por ejemplo hice una milonga, que se llama ‘Milonga en Sol’, que es una onda como fue ‘La Puñalada’, como fue ‘Lluvia de Estrellas’ de Osmar Maderna, que también tiene muchas escalas y mucha velocidad, entonces se complementan. Lo bueno de este disco, a pesar de que no ganamos, estuvimos postulados a los ‘Premios Gardel’; no llegamos pero el hecho de participar ya es un guiño y es la primera vez. Yo nunca tuve nada que ver con los ‘Premios Gardel’, salvo el disco que grabé con Carla Pugliese que es un disco de ella que ganó, pero ganó el disco de ella, yo estaba de guitarrista. Entonces digo que se puede acceder a esto. Yo estuve de productor artístico junto con Leonel Leonetti que es un gran músico, fue bajista de Rata Blanca, en la época que se volvieron a juntar después de Temple; y después volvió el Negro Sánchez, que lamentamos mucho su pérdida… Y bueno ese fue un lindo reconocimiento, creo que marca una tendencia porque hace mucho que no se componían tantos tangos nuevos, en esa onda. Tangos nuevos con una cosa distinta, no tangos nuevos con la misma fórmula, porque hay orquesta muy buenas que hacen tango con la misma onda que lo hacían hace 40 años, o la onda de Astor Piazolla, pero Metal Clásico Tango no hay repertorio. Entonces no solamente hay que tocar un tema clásico, como Yngwie Malmsteen no solamente toca el adagio de Albinoni, sino que toca sus propios adagios, este sería el caminito paralelo. Un poco me inspiré en el concepto de ellos, si ellos mezclan su folklore su música clásica con el rock, yo puedo hacer lo mismo. Pero bueno, llevo un caminito con varios discos, hace 20 años que estoy discográficamente aportando cosas de tango y metal.”

 

   – Hacemos una mirada retrospectiva, mirás tus discos, mirás las bandas por donde estuviste y preguntarte. ‘¿Cómo te sentís hoy?’

   A. S.- “En la época que empecé en los ’80, fue muy difícil, muy complicado. Salías y te metían en cana, nunca sabías si ibas a llegar. Estabas en Cemento tocando y llegaba la policía; y nos metían presos a todos. Cobraban todos, el que estaba arriba del escenario iba en cana y el que estaba abajo también iba en cana. Uno lo ve como trauma, estás en una comisaria con la guitarra, y decís ‘¿qué hago acá?’ – Lo que pasa es que la dictadura se corta en el ‘83, cuando sube Alfonsín, pero en los años siguientes, la cúpula policial siguió siendo la misma, o sea que seguían accionando igual y te metían en cana y por ahí te cortaban el pelo, o te cagaban a palos, cosas así. Imaginate andar con el pelo así (largo), en la época de los ’80. Yo la verdad que era un inconsciente (risas), pero bueno lo hacíamos. Ahora mirándolo a la distancia es lindo haber vivido eso, me siento un afortunado haber estado en esa época y haber sido parte de todo el comienzo, de toda esa explosión de Metal que hubo. Apareció V8 en los ’80 pero se dispararon un montón de cosas de Metal. Y yo entré en la parte de Metal Sinfónico, y estábamos todos lo que estábamos en ese momento, por un lado estaba Martin Knye, por otro lado Giardino, por otro lado estaba yo; éramos poco, éramos tres o cuatro, los que te nombré y Daniel Telis, creo que nadie más. Entonces es como que fue un momento loco de hacer eso. Hoy es más fácil empezar, ahora en ese sentido, pero en ese momento no. A parte había mucha separación, todo el mundo te miraba mal al salir vestido así en la calle, te discriminaban y no solo la policía, sino también la gente. Entonces si hacés esta música HEAVY, eran muy despectivo, éramos los loquitos.”

   – Son muchos años con la guitarra, pero por alguna circunstancia de la vida, por algún contexto atravesando, ¿en algún momento se te ocurrió colgar la guitarra? ¿Llegó a acontecer eso?

   A. S.- “Tuve amores y odios con la guitarra, más que colgarla la estrellé (risas) en un ataque de furia un día la rompí, no quedaba nada. Pero es amor y odio. Placer y odio al mismo tiempo, tuve esos enojos.”

 

   – Contanos más de ese enojo (risas)

 

   A. S.- “Hay momentos que está todo mal y es difícil. Todo lo que implica tener una banda, juntarse, tener una cierta cantidad de gente, después el gasto que significa equiparse, ensayar, hacer el material, salir a tocar, grabar un disco. Estamos hablando de la época cuando no había cd, cuando se grababa en vinilo. El primero que grabé fue en vinilo, el vinilo no lo tenía cualquiera, era una máquina más grande que este estudio. Habían dos multinacionales que lo tenían, podías ir por Sony o por Distribuidora Belgrano Norte, que era Megaton Records y ya no debe existir. Era muy difícil llegar al disco. MUY DIFICIL. En ese momento llegabas al cassette con mucho esfuerzo, casstte y fotocopia, blanco y negro, pero disco olvidate. Y los que pudimos acceder al disco en los ‘80 fuimos afortunados, tuvimos un … (gesto gráfico)… así de grande (risas), pero fue lindo. Lo que pasa es que bueno, a veces es tan difícil, uno tiene que pelear tanto y temes todo en contra en un momento, todo, todo. Desde la familia, hasta tus propios amigos, hoy el Metal está mucho más aceptado, pero en ese momento era como medio fugitivo todo, y por eso había momentos de esos.»

 

   – ¿Y qué fue lo que te impulsó a seguir?

   A. S.- «Y no lo podés dejar. podés volver. Y al otro día estás ensayando de nuevo con la guitarra quebrada, pero la pegaste, le pusiste una madera y alambre y seguís.» (risas)


– Estamos ya en el 2017, mucho recorriste, mucho aprendiste, pasaron altibajos. ¿Qué podés recordar rápidamente de alguna experiencia satisfactoria y alguna mal experiencia en todo este tiempo, que te haya marcado como músico?

   A. S.- «Una experiencia satisfactoria fue tocar con Graham Bonnet, fue ser cesionista de él. Él mayormente fue solista, salvo en la época de Rainbow, que era el cantante de Richie Blackmoore, pero después cuando él fue solista tuvo banda y músicos a su cargo; y siempre me gustó lo que eligió. Eligió tocar con Malmsteen, con Steve Vai, o sea tiene un estándar alto, y yo decía ‘yo quiero tocar con él’ – pensar ‘¿me aceptará?’ – y me aceptó el tipo. Toqué con él, yo quería tocar la guitarra para él. Si Malmsteen tocó la guitarra para él, yo también quería tocar la guitarra para él, (risas). Ese fue un momento lindo. O grabar el concierto en el Colón también fue algo lindo. Después de las cosas feas, fue de una producción, por ejemplo el «»productor«» se anotó todos los temas y se fue a Sadaic y se los choreo todos y se los quedó él. Se puso todos los temas a su nombre y me cagó todo el disco, lo tiene él todavía.”

   – Hasta los malos momentos sirven para la experiencia… Hay mucha gente, hay mucho público que aprecia mucho lo que realizás con la música, con lo que representa esta fusión fantástica y majestuosa en tus composiciones. No sé si realmente te importa, pero ¿creés que Subotovsky tiene el reconociendo que merece?


A. S.- “Y yo pienso que siempre se puede estar mejor. La sensación que tengo ahora… ahora tengo el plan de ir para adelante. Yo creo que puedo hacer algo hoy, para mañana estar mejor. Por eso sigo pisando el escenario y sigo grabando, no me quiero quedar. De decir, ‘ya grabé un disco’, ‘ya toqué con Graham Bonet’, ‘grabé uno en el Colón’, o ‘grabé con Chiqui o Lavie, o Barilari’, y quedarse. Porque si yo paro ahora es como que me quedo. Tengo esas ansias, estoy peor que cuando tenía 20 años, pero en ese sentido estoy muy acaparador. Desde chico le puse mucha garra a la cosa, pero ahora estoy peor en el buen sentido de la palabra, hay que darle más.”

 

– ¿Qué es lo que se viene de ahora en adelante para Subotovsky?

 

   A. S.- “Seguir presentando el disco. Hay unas cosas habladas para ir a tocar en San Luis. Estoy participando en la muestra fotográfica de Viviana Gulo, que hizo la inauguración en el ‘Hard Rock Café’, fuimos a tocar y está el cuadro de muchos músicos; y arriba de mi cuadro hay un código de barra, si acercás el celular te baja el tema. Esto se inicia en el ‘Hard Rock Café’ pero es itinerante, se va a hacer en Perú, está la idea de llevarlo a España, pero aún no sé si está armando. Lo de Perú está armado, es llevar la muestra e ir a tocar. Con Marcelo Roascio vamos a hacer la movida musical de todo eso y tratar de participar de los festivales, porque hay invitaciones hechas de festivales en Finlandia y Alemania, pero estamos tratando de ver el tema de lo que es costos y pasajes más que nada. Que loco, vamos a estar tan lejos. Pero bueno, la invitación está hecha hay que ver el tema de Cultura para ver cómo hacemos. El lugar está, el tema es viajar. Está bueno, eso es más o menos el panorama. Y parte estoy en el programa Adicción al Rock, lo conduce Josi Fernandez y yo estoy como co-conductor, sale los martes de 21 a 22 en vivo por canal 27, tv digital. Le hice una nota a Carina Alfie, a Pablo Soler, ahora le quiero hacer a Daniel Telis también, ir llamando a todos los amigos. Ayer hablé con el Tano Marciello, así que también va a venir. Yo cuando estoy en el programa toco, más toco de lo que hablo, es otra faceta en la música, como adicional. No tengo la profesionalidad que tienen ustedes, no es lo mio, pero es lindo jugar un ratito (risas).”

 

   – Por todo lo que venís haciendo… ¿Qué significa a esta instancia tu música para vos?

 

   A. S.- “Y ahora ya se hizo carne, después de tanto tiempo ya es parte. Ya no tengo huesos tengo música, ya lo sentís, es algo que es muy difícil de explicar. Cuando toco la guitarra no siento que es algo que tengo colgando, siento que es una parte más mía.”

 

   – Con todo tu camino recorrido y habiendo creado un camino propio, me gustaría saber a qué guitarrista tenés como emblema tanto Nacional como Internacional.

 

   A. S.- “Internacional me gusta Ritchie Blackmoore e Ynigwiw Malmsteen, también me gusta Hendrix y demás, pero esos dos son como mis dos guitarristas. Y nacionales hay muchos buenos, obviamente Giardino, el Tano Marciello, Pablo Soler que está tocando increíble ese muchacho, no tiene huesos en la mano, no sé cómo hace (risas). ¡Qué loco! Hay muy buenos guitarristas acá, te ponés a pesar. Es más, hace un tiempo atrás toqué en un programa de televisión con Matías Telis, no sabés como toca ese muchacho, son los genes. Hay un nivel muy groso en Argentina, los guitarristas de ahora van a la velocidad de la luz. Siempre fue en punta, es como que siempre está en la vanguardia, están saliendo tipos que tocan muy bien, están mucho con el tema de barridos, que no sé si en el resto de Latinoamérica hay tipos así.”

 

   Finalmente concluimos la charla con lo que generalmente se inicia. Presentando quienes hacen posible las presentaciones en vivo de este gran proyecto. “Tengo dos opciones, una opción es con la pista, ‘son tiempos modernos‘ como diría Charles Chaplin; y después con la banda, compuesta por la señora Carla Pugliese en el bandoneón, Daniela Acosta en batería, Mayorano en el bajo; y en la voz siempre vienen músicos invitados: Chiqui Pereyra o Lavei, o si no lo hacemos instrumental, porque el Tango también se presta a eso. Pero es la banda estable, estamos haciendo todos los shows, lo que hicimos por ejemplo en Hard Rock fue con banda, en San Telmo también. Cada lugar es diferente, corren tiempos modernos por eso también estamos cyberneticos (risas)” – concluyó Adrián Subotovsky para Almas de Acero.

 

Por: Luis Sarmiento Pozza

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