Miércoles 7, pasadas las 7 de la mañana, la ruta me esperaba con 5 horas de viaje desde Esquel a Bariloche. Debo admitir que la ansiedad de que llegue el momento del recital, no me dejó dormir la noche anterior y estaba pensando constantemente en qué es lo que sucedería, con qué me iba a encontrar. Mientras repasaba en mis auriculares algunos discos, cuando el colectivo hizo su parada en Bolsón, me encontré con una grata sorpresa: la banda de Death Metal Melódico «Arkham» estaba subiéndose porque ellos viajaban a Córdoba en el marco del Criminal Metal Camp, compartiendo tablas con bandas de distintos puntos del país y alrededores. Me parece correcto hacer ésta aclaración por lo que sucedería horas después.

Llegamos a Bariloche al mediodía, ya dispuestos a despedirnos de Arkham que iban a seguir su rumbo, cuando por ‘problemas burocráticos’ como describe Juan Thedy, hubo inconvenientes y traspapeleos de sus pasajes para el trasbordo y no pudieron continuar su viaje. Tras un ida y vueltas, la solución que le propusieron a la banda fue que viajaran al día siguiente, ya habiendo arreglado con los organizadores en la fecha de Córdoba para que tengan margen de llegar tranquilos para la fecha. Dentro de todo éste contexto de bronca, rabia, impotencia y soluciones, Cristian ‘Pacha’ Pacheco, el organizador del recital en Bariloche, nos invita a una pizzería a compartir un buen momento con él, su hijo Santiago y las bandas que iban a tocar ese día. Al llegar al local de comidas, Pacha les da la bienvenida a los Arkham, invitándolos a tocar en la noche, sumándose a Alcoholic Aggressor, No guerra, Tungsteno y Militia. La grilla terminaba de cerrar y todos brindamos por el metal y por lo que nos esperaba.

Después de unos buenos brindis, charlas, hermandad, la noche se hizo presente y nos encontrábamos en la prueba de sonido frente a un cementerio, en el local donde se llevaría a cabo el recital, puliendo detalles de ecualización y organización. Eran las 23 hs y la espera llegaba a su fin.

Los encargados de abrir la cancha fueron los Alcoholic Aggressor, banda barilochense con unos buenos años ya de trayectoria en la escena local. Era la primera vez que los escuchaba en vivo, y por lo que pude apreciar, es un trio que practica un Thrash/Black/Punk bastante brutal. Si bien sus letras son rugidas en inglés, la banda deja en claro de qué es lo que hablan, por ejemplo Fucked women possession (presentada como una balada a todas las mujeres presentes), Alcoholic Aggressor, Violence is Solution, o Bite Destructor (tema que durante el estribillo hizo levantar puños en el público), son títulos que nos sugieren ciertas temáticas y nos incita a imaginar de qué hablarán las letras, que a mi particularmente, tanto lírica como musicalmente, me recordaba a la primera época de Venom. Además de presentar temas propios (editados en formato cassette en el 2010), tuvieron el atrevimiento de hacer un cover de Motorhead, una versión más violenta del Ace of Spades que dejó a más de uno sorprendido y con ganas de brindar por el difunto Lemmy. Luego de una buena descarga de violencia musical, los Alcoholic Aggressor se despedían de los escenarios y compartían tragos, charlas y fotos con la gente que se acercaba a felicitarlos.

Pasaron tan solo unos minutos y, tras la bandera de New Blood Producciones, Arkham ya estaba listo para arrancar su set. A la banda la vi 3 veces en vivo, y las tres con formaciones distintas: en la segunda presentación estaba la incorporación de Juan Thedy y Oscar Orcellet seguía en la voz. En ésta tercera vez que los veo, me encuentro con Gastón Arias (ex Sufrixio) en las voces, quien se adaptó en poco tiempo a la banda. La energía de Arkham arriba del escenario es contagiante, Fabio Nahuelquir completa el dúo de violas que se entrelazan fielmente a su estilo, donde por momentos se separan y vuelven a encontrarse en machaques Death bien pesados. Al ser una banda que se agregó en el último minuto, hubieron personas que no terminaban de comprender qué es lo que estaba pasando, ese despliegue de temas fue una patada en la cabeza. Burn me arrancó con su correspondiente solo de bajo a cargo de Leo Martínez, quien tuvo una ovación por dicho hecho, Perpetual Red Line tuvo su cuota de coros de parte del público en la parte del riff inicial, pero el tema más pogueado y cantado fue su ya clásico Eternal, canción que particularmente durante el estribillo disfruto mucho las líneas de las violas. El placer de volver a ver a ésta banda de amigos, hizo que su presentación me pareciera muy corta, sin darme cuenta que habían presentado todo su EP. Ya para el final, y como para preparar a los presentes para lo que se venía, interpretaron el desenlace riffero mas groso de Pantera, Domination, donde el redoblante de la batería de Ariel Sanchez tenía un eco tan copado, que hizo retumbar a todo el local al ritmo demoledor de este clásico del metal. Así terminaba Arkham su presentación después de un día que parecía que pintaba todo mal, de pies y con honor!

  La banda que seguía a continuación es una banda que personalmente no conocía, No Guerra. Entonces fue prestar atención a los detalles de su puesta en escena, y lo que más me llamo la atención, fue su fuente de inspiración de la cual beben y hacen brotar sus pensamientos a través de la expresión musical que realizan: la resistencia y lucha de los pueblos originarios. La compaginación de sus letras con la música, sumada a la potencia y actitud de los integrantes de la banda, hacen que sea un espectáculo impactante para los que la vemos por primera vez. Durante su presentación, interpretaron temas de sus 3 álbumes editados, y particularmente me recordó mucho a la época Roots de Sepultura.

  Pasaban unos minutos de que terminó de tocar No guerra, y ya Tungsteno estaba en el escenario preparándose para la acción. Es una banda que sigo hace años, y mis expectativas eran muchas, sumado el hecho de que se presentaban con otra formación ya que hace poco Gastón Tieri (Bajo) y Nicolás (Viola) dejaron de formar parte de la banda y Marcos Gianfrancesco (Batería) no pudo estar presente. Para la gira, se sumaron Leandro Tuerca Bustamante (Malditos, Maniax y Narcolepsia) en el bajo, Sergio Haylan (Maniax) en viola y Javier Vilaceco (Necratal) en batería. Para ser la primera vez que tocaban juntos, coordinaron muy bien en cada momento de su show. Vino y Velocidad fue el puntapié inicial que parió un pogo violento sin descanso. Ya en Inminente Aniquilación, el caos reinaba en el pogo y del escenario se tiraban al mar de mosh que se adueñaba del lugar. El descontrol que generó la banda era adrenalínico, imagínense que al escenario acercaban celulares y objetos que se perdían por las rondas que se originaban, no había descanso, solo sed de poguear y cantar los temas de una de las bandas más representativas del Thrash actual a mi parecer. Sonaron, entre otros, Escuadrón del Thrash, Lobotomía (título que llevará el nuevo álbum de la banda que saldrá a mediados de marzo), Régimen de Violencia, La Guarida de los Chacales, pero fue una sorpresa escuchar uno de los primeros temas que compuso la banda: Vil Metal. La banda no deja de girar por el escenario, adueñándose de cada tablón y demostrando la actitud thrasher que los caracteriza, y a la hora de finalizar su set con Te-Thrash, Gabo invita a todos a corear con él el famoso estribillo que más de alguna vez habremos cantado en las calles, en la esquina, en nuestras casas, en la vías: «quiero tomar vino en cartón, mejor que sea termidor«. Luego, se tira al público quien lo atrapa y lo devuelve al escenario para un bonus track que me animo a decir, nadie se esperaba. Un HxIxVx furioso desató un pogo bien áspero a modo de despedida, culminando así la presentación de la banda, que no pareciera que hace días se juntaron para tocar.

  Llegaba casi el final del recital, y los legendarios Militia ya estaban arriba del escenario preparándose para patear cabezas. Edu Nogueira antes del comienzo, dirige unas palabras al público presente, comentando que estaban contentos de estar presentes después de más de 20 de su presentación en la ciudad. Uno se emociona mucho al ver personas como los Militia, quienes llevan más de 25 años de trayectoria en el Metal Nacional, y mantienen una humildad para con la gente que más de uno debería aprender. Constantemente los veía charlando con el público, sacándose fotos, compartiendo tragos, y eso los hace grandes más allá de lo musical. Comenzaron con El Pibe de la Calle, seguido de Vicio y Muerte, temas que abren también su clásico Agonía Infernal. Fueron muchos sentimientos encontrados al ver a la banda que escuchamos hace años y que volvió en el 2012, manteniendo la misma llama con la que encendieron el fuego del Thrash a finales de los ’80. Pablo dándole masa a los parches y cantando con su voz los clásicos de la banda, Moroco con su viola filosa, queriendo degollar todo, un show impecable donde además de un buen pogo también se veían abrazos y cantos. Además de temas del «Agonía Infernal», también presentaron temas de su nuevo próximo disco, Old Skull, material que algunos ya escucharon y se sabían la letra, como fue el caso de Todo es Igual (mi tema favorito de su nuevo disco). Los Militia son la banda del pueblo, del pueblo metalero que siente el metal con mucha pasión. Si me preguntan por el momento más groso de la noche, fue cuando tocaron Carcelero del Alma, donde el pogo coreaba el riff y cantaba la letra apropiándose de las palabras que largaba Pablo. Pero no sólo él fue el encargado de las voces, hubo temas donde sólo se encargaba de la batería, como Por Mano Propia, donde Edu hace una dura crítica social a lo que sucede en el país actualmente, o Resentimiento, donde Moroco le canta a la policía con toda la bronca. Finalizando su gran repertorio, a modo de bonus track repitieron Carcelero del Alma, donde más de uno se subió al escenario para poder cantar junto a estos grosos del Thrash Metal. El show de Militia fue muy emocionante, la alegría de los presentes se podía respirar, y no era para menos, una banda que tiene más de 25 años con un fuerte legado en la escena del metal acaba de tocar dejando todo arriba de las tablas y demostrando que somos todos del mismo palo.

Debo felicitar al Pacha, y todo New Blood Producciones por la noche que nos hicieron pasar a los presentes en ésta gran fecha. El sonido y el lugar estuvieron a la altura de las circunstancias y cada una de las bandas que pasó transpiro la camiseta dejando todo arriba del escenario. La organización estuvo impecable, superó mis expectativas y me dejó satisfecho al haber vivido una noche de metal. Sabemos lo que cuesta realizar una fecha hoy en día, que no hay una retribución monetaria en todo éste laburo, y que todo es a pulmón, entonces es cuando uno más valora todo esto. Ojalá el futuro nos vuelva a encontrar con una fecha realizada por ésta gente, va a ser un placer volver a tierras barilochenses para presenciar un excelente evento de metal.

Por: Cheko Cardozo

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