Por: Luis Gallucci

Después de muchos años de espera y de fervor anticipando el lanzamiento de un nuevo disco, finalmente DEL INFIERNO lanzó el sucesor de Inefable (2017), titulado Artífice I (2023), de una forma muy interesante, con anuncios abruptos pero que capitalizaron de forma exitosa. Cabe aclarar que la banda oriunda de  Zona Oeste publica este nuevo material de estudio con una formación hoy asentada con René Barbas en voz principal, Mariano Jimenez en guitarra y coros, Brian Espindola en bajo y coros, y Mariano Scolari en batería.

“Onírico” fue el primer tema que vio la luz con un soberbio videoclip que cayó sin muchos preámbulos en agosto de 2022, y que a primera escucha se notó un avance en la maduración del sonido de la banda, con su núcleo intacto que linda entre el groove y el death metal, con elementos modernos y arreglos de viola muy prolijos que pasean por distintas épocas de la historia del metal, y ahora un bajo mucho más presente y estridente en la mezcla. Muy destacable como viene siendo, el trabajo de René Barbas, remarcando que es uno de los mejores vocalistas del país y que en este tema (y luego en todo el compacto) dando ese toque final en el semblante de todas las canciones con su versátil voz, en un disco que como ellos afirmaron en la previa de todos estos suceso, será conceptual con temáticas de distinto protagonistas de diferentes mitologías del mundo.

Ya con el disco en la calle, lo primero que se nota tras 2 lanzamientos de estudio (y que dejaron la vara muy alta) es que el disco comienza con una canción directamente, a diferencia de sus predecesores que apelaron a pistas ominosas que iban sembrando el ambiente antes de detonar con el tema de apertura. Detalle menor que no le quita mérito, ya que la propia intro de “Hojas De Otoño” es bien cruda, y permite que el tema pueda empezar de forma progresiva pero bien potente, con pasajes vocales de René más bien susurrados pero que explota de a ratos con frases bien contundentes: “no te temeré jamás / soy el dueño de mi vida / sobre el filo del destino / andate y déjame en paz / o te voy a obligar”. Como mencioné antes, esta evolución sonora nos lleva a escuchar intensos juegos instrumentales, producto del virtuosismo de sus músicos, como también se escucha en el punteo de arranque en “Fuego En El Mar”, antes de que empiece a golpear duro y constante durante casi todo el tema, bajando apenas en los estribillos, pero denotando aires de grandeza y triunfo durante la extensión del tema. 

De esta forma, el camino de Artífice I (2023) nos permite mantener un ritmo casi estable de intensidad, con variaciones en algunos matices de las canciones en función de su concepción y mensaje, pasando por “Liturgia”, con un semblante más bien de añoranza y oscuridad, potenciado al final por un solo de bajo de Brian Espíndola; “Seth” que tiene vibras muy orientales y un poco de “sabor” y elementos de metalcore moderno, producto de un gran trabajo de guitarras sumado a sintetizadores y sonidos más bien ambientales, y “Miles De Almas” bien trepidante y poderosa, que me deja la sensación que será un tema que la gente coreará en vivo.El final de disco nos ve pasear por “Sombras”, que no es más que un pequeño fragmento instrumental fúnebre, antes de entrar directamente con el ya mencionado “Onírico”, que ya con el disco completo, encuentro que quizás la transición del final, que en su lanzamiento individual parecía incidental, ahora pareciera cobrar otro significado: será que trasciende directo a la secuela de este álbum? Ojalá pronto lo sepamos, porque este disco es, en pocas palabras, contundente e interesante. Afortunadamente, no falta mucho para presenciar su presentación en vivo, el domingo 30 de abril en The Roxy Live, donde probablemente veamos el debut en vivo de muchos de estos temas.

Material recomendadísimo.

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