Review: MASTIFAL // Carnívora [2005]

Review: MASTIFAL // Carnívora [2005]

Por Cheko Cardozo

Recuerdo la salida del disco, no me emocionó tanto e incluso pensaba que no iban a sacar nunca un disco como Holocausto mental. Pero el paso de los años nuevamente me demostró cuán equivocado suele estar uno en la vida. MASTIFAL editó su tercer álbum manifestando una gran consolidación en la formación de su anterior trabajo discográfico, con un increíble sonido del cual vale la mención a la producción artística de Miguel Roldán (V8, LOGOS, CRUEL ADICCIÓN). La frescura violenta que emana este trabajo es distinguidamente exquisita para los oídos, y habla del gran momento, por demás positivo, que estaba pasando la banda por esos años…

Culto vacío radical abre las puertas, con un increíble trabajo de batería a cargo de Rubén Barreto. Los constantes cambios de tiempo, o la variación del doble bombo sobre un mismo ritmo, son algo que sorprenden y llaman la atención de entrada, generándote más curiosidad de saber cómo será el resto del álbum. La característica voz de Miguel Maciel es el elemento clave en esta alineación: fuertes contrastes entre una voz gutural y otra más aguda por ejemplo, o la expresión que le da a las palabras más violentas… El abismo de la locura impacta de manera brutal, con estrofas cabalgantes que recuerdan la bestialidad de DEICIDE en su primer disco. Ya con estos dos temas uno se siente realizado y recargado de Death Metal, pero es recién el comienzo y llega el que es para mí el mejor tema del disco: Síndrome de supremacía. Si bien es el tema más corto (con letra) del disco, es suficiente para demostrar todo el poderío de MASTIFAL. Una clara alusión al mórbido deseo de superioridad, que muchas veces lleva a escenarios siniestros. La combinación y coordinación de las guitarras de Diego y Matías en Más allá de la razón me recuerdan la época de mediados de los ’90 de CORONER, y la batería de Rubén suma complicidad a una obra totalmente oscura. Las letras de MASTIFAL atraviesan un grado poético muy alto, a veces con metáforas, otras veces de manera muy directa, te plasman la escena cuidando cada detalle, tal es el caso de Hacia ningún lugar. También se permite espacios para un instrumental acústico como lo es Enigma, que con aire de melancolía le estira el brazo a Rezando a la muerte, que si bien empieza a medio tiempo, con voces de almas desde el averno, enseguida se planta con rabia y punteos casi imperceptibles por la velocidad a la que va.

Sentencia es otra canción memorable, que se desarrolla de manera feroz y habla de lo solitario y siniestro que puede ser el encierro mental, más allá de una cárcel. La velocidad y el tecnicismo son palabras claves en esta etapa de MASTIFAL, Amo de las horas nos brinda esto en un Thrash con la inclusión de teclados, logrando darle más color melódico a la obra. Otro de los atributos más fuertes de esta banda son el ataque de los graves, en Bajo la cruz del odio podemos escuchar claramente los momentos en que Alex no toca el bajo para darle un contraste fuerte a la canción. En lo apócrifo del corazón nos brinda más guitarras gemelas, afianzando más el vínculo de las cuerdas, un complot destructivo que me resulta innovador para la escena extrema local. El cierre de la placa con Gestando el veneno, y el ya clásico Bionecrosis, son la reafirmación de que la banda estaba en su mejor etapa, reforzando y creando un fuerte arraigo entre compañeros…

Carnívora es la fiel muestra del crecimiento enorme que estaba viviendo MASTIFAL, preparándose para su proyecto más ambicioso: la grabación de su álbum en directo. Pero eso es otra historia…

 

Fotografías extraídas del disco.

 

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